Parece
que nos tomen por tontos, o quizá vaya yo de lista. Pero contrariamente a la
aparente avalancha informativa le encuentro un tufillo de juego de despiste, un
velo que camufla el verdadero rostro feo de la realidad.
Últimamente
sólo dan protagonismo a las noticias sobre Bárcenas, Trías, Correas y de
Undangarines en general. Y lo más reciente el atribuido “bombazo” de las
declaraciones de un Aznarismo caricaturesco. Expectantes toda una masa de periodistas
para ofrecernos las últimas impresiones de políticos que no tienen nunca nada
que decir.
Veo
detrás de toda esta amalgama informativa afanada en bombardearnos cada día
expertos de la información que carecen de la suspicacia y destreza de la
profesión, sin embargo, una estrategia de ocultamiento. Tal vez porque su supuesta objetividad e independencia la
hipotecaron con la firma de sus contratos.
Veo
como digo, todo un manto florido de patch-work, que hacen invisibles los
verdaderos problemas de un país. Los presuntos delincuentes, a los juzgados;
los culpables a las cárceles, no hay más. No me muestren recorridos, paseos y
entradas y salidas de residencias o juzgados.
Imágenes una y mil veces repetidas. No debatan quién echa más mierda a
quién. O quién guarda la última carta, para eso debe estar la justicia. Y así
uno por el otro y la casa sin barrer pero llenando programas y amenizando
nuestras tertulias.
¿De
veras que es tan difícil ver lo que se esconde, o es que da mied quiénes
están detrás? En fin, eso probablemente nunca lo sabremos, y eso, que sería lo
interesante y lo justo., ni siquiera los historiadores nos lo podrán aclarar
tiempo después. Hay asuntos que es mejor callarlos y son incómodos en última
instancia en los libros de textos. Todo por la concordia nacional.
Atontemos,
distraigamos (para ser más prudente) a los oyentes, a los espectadores (de este
espectáculo), a los que navegan por internet, obteniendo más de lo mismo, pues
mucha información que creemos más objetiva, más veraz, no es más que el coladero de los mecanismos
del poder con disfraz de independientes.
Despejemos
el ambiente de desahucios, de gente en paro malviviendo, de servicios sociales
incapaces e incapacitados. Ignorancia y pobreza instaurándose de nuevo en una
sociedad que hace tan poco tomaba el tren del progreso, la igualdad y la
libertad de derechos inalienables. Que al parecer sigue molestando tanto a
ciertos sectores o escalones de una pirámide social (aún no destruida), por
mucho que expertos nieguen actualmente las
clases sociales y se les llenen la boca con discursos de igualdad de
oportunidades y justicia social. Grupos de poder que quieren seguir disfrutando de privilegios
y ofendiéndose de que otros, que consideran inferiores los tengan por igual.
¿Creemos
que porque abunden los debates políticos, nos saturen de entrevistas con
señores que se resisten a abandonar un poder goloso; de personajes, servidores
de ese poder que van bien servidos, están buscando la verdad? No, simplemente
nos abruman con noticias que nos revuelven los estómagos, nos ofenden la vista
y nos hieren el alma. Con una obscena desfachatez nos ofrecen sus paseos con cartera, sus
mansiones por lugares maravillosos y sus paraísos fiscales. Se permiten el lujo
de calentarnos y enfriarnos. Nos achuchan y nos retienen dispuestos estamos con las babas de la envidia y la rabia
goteando de nuestras domesticadas fauces preparadas y listas para lanzarnos al
cuello del enemigo creado para sus fines. A la voz de Bite Ref, señal con el que el perro ataca la presa que ellos
mismos nos preparan.
¿Por
cierto esta Gloria Lomana es hermana de la otra? En fin esta es la hornada de
hijos de antaño poderosos. Miedo me dan los que vengan de éstos.
Este
mundo nuestro tan avanzado en los medios de comunicación, que han aprendido
tanto en artimañas y psicologías humana y social en prestigiosos masters e
innumerables congresos de marketing de difusión impartidos por reputadas universidades, desarrolladas por equipos de
trabajo reunidos en encuentros de fines de semana en hoteles de lujo. Echémosles imaginación… No se van a preocupar de
nosotros, los llamados gente corriente, de la calle, vulgo, los con nombres
comunes, los anónimos pero bien identificados, controlados y registrados, vamos
los desgraciados del mundo, que somos tan necesarios e imprescindibles para
aquellos. No olvidemos que no hay amo sin esclavo, y es esclavo el que así se
siente y hace sentir al amo.
Este
escenario político con sus abusos y sus usos, más parecen un juego de póker
entre tahúres. Persecuciones entre el gato y el ratón que intercambian papeles.
Mucho ruido y al final muy pocas nueces. ¿Por qué, quién sabe ya nada de
Barrionuevo?, ¿Qué sabremos mañana de todos esos nombres que resuenan en nuestros
oídos. Cada día los desayunamos, los almorzamos y cenamos. Si en varios días no
salen en las noticias nos olvidaremos de ellos. En nuestros actuales cerebros
hiperactivos sólo funcionan las atenciones múltiples y variadas. Rápidas en su exposición, casi compulsivas. Funciona el formato de
anuncio publicitario mucha información en poco espacio de tiempo con imágenes
vistosas y coloristas, que favorezca el tragar sin masticar.
Sacado
por el contexto, una incógnita, ¿qué fue de los soldados muertos hace tan sólo
unos días en una base militar de Almería? ¿No es curioso que apenas después de
las primeras informaciones nada se haya dicho sobre lo que ocurrió? Primeros síntomas,
no se abrían los informativos con la noticia que por su gravedad lo hubiese
merecido y sin embargo comenzaban con el cuarteto de Alejandría. Después del
primer momento, silencio…
Y ahora
lanzo una sospecha, ¿podemos fiarnos de la información que se nos ofrece? ¿Pasan
las noticias por un proceso de photoshop,
embelleciendo ciertos aspectos y ocultando defectos? Realzando una boca sensual y marcando unos pechos prominentes para que
obviemos la verruga en la frente. O, tal vez, todo lo contrario manipulando las
facciones exagerándolas, transformándolas en algo monstruoso.
Me
reconozco impotente de ver qué ocurre entre bambalinas pero los actores en
escena lo hacen fatal, o ¿son demasiado buenos y sólo es que están
representando a malos actores? Ya entro
en un bucle paranoico.
Al
límite de mi paranoia ya desconfío también de los programas llamados culturales y
hasta de los infantiles.
Ahora a
nuestros hijos no tenemos que sensibilizarlos con los negritos de África para
que valoren lo que tienen, basta con que observen a los vecinos.
Termino,
bueno a ver qué soluciones nos ofrecen paras nuestras mundanas preocupaciones,
eso del paro, sanidad, educación, pérdida de derechos etc… en fin menudencias
de la plebe.
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